EL CARIBE: OPORTUNIDADES ECONOMICAS E INSTITUCIONALES LIMITADAS

Este papel tiene como objetivo de analizar el espacio caribeño del punto de vista económico. Este ultimo tiene un ventaje critico ; una población joven, dinámica y móvil. La tesis que se analiza aquí asume que a pesar de su reputación identitaria y turística (Nelson 2011), el Caribe tiene dificultades en desarrollarse por causa de obstáculos mayores representados por la falta de integración y los legados institucionales.

La población Caribena, primero aventaje regional

El primero ventaja económico del Caribe es su población. En la medida en que esa ultima podria ser transformada en una acumulación considerable de capital humano et que ese activo representa uno de los factores de desarrollo de una economía basada sobre el conocimiento (OCDE, 2011), las características demográficas del Caribe deberían constituir oportunidades económicas mayores para la región. Sin embargo, los caribenos forman una población especialmente joven y dinámica en términos de crecimiento y movilidad como atestiguan las numerosas olas de migración a través la región. En otras palabras, aunque no haya una institucionalización formalizada de la movilidad de los trabajadores en la región, los caribenos cruzan las fronteras yse van bien allá del territorio caribeño. Su presencia al extranjero representa un ventaja a varios niveles. La diáspora Caribena reinfuerza ambas la identidad Caribena – como se observo en el caso de Haití (Paul, 2009) – y la atractividad turistica de la región. Tiene un rol de embajador de la identidad Caribena, reinforzando el consumo en las economías de la región gracias a sus transferencias de dinero (Samuel, 1996).

El análisis por el capital humano nos conduce a enfocar los dos desafíos enfrentados por el Caribe : 1) inversiones mas importantes dentro de los sectores de la educación y la capacitación, 2) un involucramiento mas grande de parte de los caribenos en actividades productivas. Por lo tanto, la aproximación por el capital humano iniciada por Becker (1994) se refiere a la inversión y su rentabilización en el capital humano. Así, el aumento fuerte de la población – aunque que crezca según ritmos diferentes en los países (INSEE, 2004) – puede representar tan un ventaje como un obstáculo estratégico regional si las dinámicas demografías no sean controladas e orientadas hacia una lógica económica. De facto, lo que importa para la región no es tanto poseer una población numerosa sino cuestionar el capital humano acumulado y movilizado en el país.

Los desventajas mayores : falta de integración e herencias institucionales

La dimensión económica del Caribe nos llegua a normalizar. Al momento de la integración regional, de la construcción económica e institucional de los grandes espacios interactivos del mundo, el Caribe aparece como una oportunidad económica, tecnológica, demografía y política. Por lo tanto, hasta ahora, el proyecto de integración del Caribe representa aun un objetivo que lograr. Por lo tanto ese ultimo se manifestó desde los anos 1950 (Benjamin-Labarthe y al., 2010). Sin embargo, la federación británica de las indias Occidentales permanezco por seis anos solamente (1965-1971) y el proyecto de integración económica regional de la Comunidad Caribena (CARICOM) – creada en 1973 – se queda inconcluso. Mas recientemente, la creación de la Asociación de los Estados del Caribe (AEC) en 1994 no logro en oponer la cooperación de su 25 miembros a los deseos hegemónicos de los Estados Unidos de America identificados a través del proyecto de Zona de Librecambio de las Américas (ZLEA). Ese proyecto de negociación y liberalización “fracaso definitivamente en 2005” (Girault, 2005). Según Jean Crusol (2003) también, los resultados de la integración regional Caribena estan un tanto desilusionantes. En tal caso se puede cuestionar la eficacia del bi laterismo en vez de la construcción regional.

Entre otros obstáculos a la integración económica de la región, cabe citar el problema de la fragmentación política tan como el tamaño de los países combinándose ambas a la estrechez de los mercados domésticos y una diversificación reducida de las economías. El facto que las islas del Caribe producen casi todas las mismas producciones agrícolas les impedí intercambiar. Comparten la misma herencia productiva : las plantaciones que por largo tiempo, constituyeron lo esencial de las actividades económicas. Ahora bien, la economía de plantación contribuyo a la dependencia de los paises tan a su antigua metrópolis como o a los Estados Unidos de America.

Pero las características institucionales del Caribe contan como una de los limites los mas grandes a su desarrollo económico. Por ejemplo, se puede aplicar el análisis de Acemoglu, Johnson y Robinson (2001) a la mayoría de los países de la región. Para los autores, el peso de la herencia institucional juega un papel importante sobre el desarrollo económico de las antiguas colonias. Hoy tanbien, la mayoría de los países del Caribe se caracterizan por la acumulación de los niveles institucionales (político y/o económico) predominando por la época colonial. Estrategias institucionales coloniales permanecen en varios países gracias a los selectos políticos e económicos (Acemoglu y Robinson, 2000, Acemoglu y Robinson 2008b).

De la misma manera, la diversidad lingüística representa el testigo principal de la herencia colonial. Por efecto, Geoffroy Hodgson, un institucionalista, nos recuerda que la imposición del idioma metropolitano es generalmente uno de los primeros actos de los colonizadores. Así, que el Caribe no sea unificado por solamente un idioma constituye también un obstáculo institucional a su integración económica.

Del punto de vista institucional, varios elementos estorban , mas o menos y dependiente del país, las oportunidades del desarrollo económico del Caribe. La debilidad de la democracia, la corrupción, la visibilidad de los mecanismos institucionales son factores que afectan negativamente las inversiones nacionales y la atracción de las inversiones extranjeras.

Finalmente, el Caribe puede ser considerado como un ambito en la medida que cada dificultad representa una oportunidad de innovación (tecnológica, institucional, marketing, etc..). Por esa razón, es posible pensar que el fracaso regionalista es de orden político e estratégico. Pues, el Caribe representa un espacio en donde se puede implementar políticas económicas desarrollando tasas de crecimiento económico elevadas. Por seguro, se cabe obviar que esas políticas sean orientadas únicamente hacia el consumo (de productos importados) sino hacia inversiones sostenibles.